sábado, 20 de agosto de 2016

CÓMO PROTEGERSE DE LA RADIACIÓN INALÁMBRICA

Si habéis visto la entrevista que realicé para el blog al neurocientífico Olle Johansson, recordaréis que insistió en la importancia de evitar la exposición a campos electromagnéticos artificiales, como las radiaciones inalámbricas que nos rodean. Por eso, a continuación vamos a ver algunas pautas y soluciones caseras que pueden ser útiles a la hora de reducir esta exposición.

Los campos electromagnéticos con potencial para alterar la salud son muy variados. Por ejemplo, vivir cerca de un transformador o de líneas de alta tensión, se ha relacionado con mayor riesgo de padecer enfermedades graves como leucemia infantil. O hasta tener unos cuantos aparatos eléctricos en el dormitorio podría causarnos alteraciones del sueño, entre otros problemas. Sin embargo, en esta entrada nos centraremos en la radiación de alta frecuencia, microondas de antenas, móviles, wi-fi, y tecnología inalámbrica similar, por ser un problema creciente, que además no podemos escoger evitar en muchos casos, ya que nos viene impuesto, estemos donde estemos.

DAÑOS EN LA SALUD
Además de haber sido clasificadas como posiblemente cancerígenas por la misma OMS, hay miles de estudios que relacionan las microondas inalámbricas con daños en la salud, y son muchos los científicos independientes que las señalan directamente como cancerígenas y que solicitan que se las clasifique como tal. 
Otros de los problemas con los que se las ha relacionado son: desfragmentación del ADN, problemas de fertilidad, problemas neurológicos, o supresión de la fase de sueño profundo. 

Y cada día surgen nuevas investigaciones en la misma línea, a pesar de que medios de comunicación y científicos con conflictos de interés se empeñen en tranquilizarnos asegurando que no hay riesgo, ni estudios que lo demuestren. Los informes de fuentes científicas independientes están ahí para el que quiera encontrarlos (os dejo algunas referencias y enlaces útiles al final).

En cuanto a las posibles medidas de protección, es importante tener bien presente lo que aprendimos del Dr. Johansson:
La única medida de protección realmente eficaz y sensata es evitar exponerse a este tipo de radiaciones artificiales y ajenas a la radiación natural ambiental, y utilizar tecnologías biocompatibles y sin riesgos para la salud, algo que las tecnologías inalámbricas actuales no garantizan.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN ACTIVA
Antes de avanzar en el tema, quiero recalcar que no soy experta en radiaciones, por lo tanto, sólo expongo algunas medidas prácticas basadas en mi propia experiencia y aprendizaje, pero ante la duda en temas de protección contra radiaciones, consultad con un profesional.

Hay radiación sobre la que sí tenemos control y podemos evitar o reducir de forma activa cambiando hábitos. Podríamos resumir estas medidas en una frase: siempre que puedas, conéctate por cable.
  • Conéctate a internet por cable (ethernet) y exige que cualquier lugar frecuentado por niños lo esté. Desconecta el wi-fi de tus dispositivos, del router, y de todos los puntos en los que esté activo, utiliza un cable para la conexión. Hay que evitar conexión de internet por vía eléctrica también. Muchos modelos de router tienen un botón con el que puedes desactivar el wi-fi directamente, aunque en otros casos puede que sea necesario contactar con tu compañía para que desactive la función, o hacerlo online siguiendo las instrucciones del fabricante.
  • Cambia el teléfono fijo inalámbrico por un teléfono fijo con cable. Los teléfonos fijos inalámbricos son potentes emisores de radiación, tanto o más que los móviles.
  • Sustituye cualquier aparato inalámbrico por su opción conectada por cable. Desde auriculares, juegos, ratón, teclados, impresoras, sistemas de vigilancia... especialmente importante cuando se trata de aparatos que van a estar cerca de bebés como los vigilabebés.
  • Los dormitorios deberían estar en la zona de la casa que reciba menos radiación.
  • Habla con tus vecinos, colegio de tus hijos, empresa... infórmales y solicita que sustituyan las conexiones inalámbricas por las de cable sin radiación dañina. Igualmente podemos escribir a comercios, hoteles, transportes públicos, ayuntamientos y demás exigiendo espacios libres de radiación. Cuantos más seamos dejando testimonio de nuestro descontento, más percepción habrá del verdadero problema y más concienciación. 
MÓVILES, SMARTPHONES...
Prescinde de ellos siempre que te sea posible, utilizarlos fomenta la expansión de una red de antenas cada vez más potentes que no han demostrado su inocuidad. Si no puedes evitar usarlos, al menos puedes tomar algunas medidas para reducir su radiación.
  1. Mantén la conexión de datos y el wi-fi desactivados. Limita el uso de internet y otras aplicaciones que requieran conexión de datos, bluetooth, tecnología NFC, wi-fi, etc... Mejor si no se usan nunca, ya que causan exposición periódica a radiación, y no son necesarios ni para llamar ni para enviar mensajes de texto.
  2. Utiliza  y lleva el móvil lo más separado del cuerpo que te sea posible. Las llamadas, en el caso de realizarse, deberían ser cortas y usando el altavoz o un auricular con cable que permita mantener el aparato lo más alejado del cuerpo posible.
  3. Deja el móvil en modo avión cuando no vayas a necesitarlo, especialmente por la noche. 
  4. Los niños y el móvil: Son muchos los expertos que recomiendan que jamás se exponga el organismo infantil a este tipo de aparatos ya que su organismo es mucho más vulnerable a los efectos. Si vas a dejarle jugar con el móvil ¿no sería sensato activar el modo avión sin radiación?
  5. Existen algunos utensilios como fundas de tela fabricadas con hilos metálicos que evitan que irradie si lo llevas cerca ya que bloquean la radiación. Pero cuidado con todo el arsenal de productos inservibles saca-dinero que abundan por doquier.
  6. Evita el uso de móvil o wi-fi en el interior de medios de transporte con carrocería metálica como coches, trenes o aviones. El metal atrapa las ondas y no las deja salir, lo que intensifica mucho el efecto de la radiación.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN  PASIVA
Hay radiaciones inalámbricas que nos es imposible evitar ya que llegan de antenas, el wi-fi del vecino o de la calle, u otros aparatos externos sobre los que no tenemos control ni responsabilidad.
Lo primero que habría que preguntarse es con qué derecho traspasa las paredes de nuestro hogar, invadiéndolo, una radiación clasificada por la OMS como posiblemente cancerígena, con miles de estudios que la señalan como dañina para la salud, y que jamás ha demostrado su inocuidad. Radiación de uso comercial que nunca hemos autorizado legalmente para traspasar las paredes de algo tan sagrado como nuestro hogar. ¿No podría considerarse esto una vulneración del derecho a la inviolabilidad de nuestro domicilio?

Contratar a un profesional
Este asunto de las radiaciones es un poco complejo, por lo tanto,  si se puede, lo mejor es contratar los servicios de un profesional con conocimientos y aparatos de medición adecuados, que pueda asesorarnos sobre lo adecuado en nuestro caso concreto. 
Sin embargo, hay que saber que estos servicios suelen tener un precio elevado, y las medidas de protección que después te recomiendan también. En el mercado existen pinturas, protectores para cristales, mallas para alrededor de la cama, cortinas, protectores para el interior de las paredes, entre otras muchísimas cosas. Todo ello además requiere de medidas adicionales como tener una buena toma de tierra en casa, algo imprescindible ya que cortinas y hasta pinturas van conectadas a esta.
Por otro lado, es difícil saber (como en otros servicios) si te van  a recomendar más medidas de las estrictamente necesarias.

Aunque, es indignante que tengamos que estar costeando estas medidas, que además mucha gente no se puede permitir. Son las empresas de Telecomunicaciones y los gobiernos que imponen la irradiación por ley quienes deberían pagar las medidas de protección y el asesoramiento profesional, ya que nos exponen obligatoriamente a una radiación muy cuestionada científicamente, y a la que cada vez hay más personas sensibles ninguneadas (electrohipersensibles). 
Sería más sensato utilizar tecnologías biocompatibles, en lugar de blindarnos en búnkeres anti-radiaciones. La protección sólo es un parche de supervivencia, pero no es vida. Todos nuestros derechos y los del resto de seres vivos están siendo vulnerados por la imposición de estas microondas en el medio ambiente.

Nada de jaulas Faraday
Además, es importante tener en cuenta que aislarse en una casa que parezca una "caja Faraday" (libre de toda radiación) no parece nada recomendable. Una cosa son las radiaciones artificiales dañinas, y otra que nuestro organismo necesita la conexión a las radiaciones ambientales naturales como fuente de bienestar y de equilibrio, ya que se ha adaptado a estas a lo largo de milenios. 


PROTEGERTE POR TU CUENTA
La radiación inalámbrica puede traspasar ventanas, puertas, paredes (dependiendo del grosor y materiales) y todo tipo de superficies, sin embargo, elementos como los metálicos actúan de pantalla que bloquea su paso. Por lo tanto, si tenemos claro de dónde procede la radiación, podemos colocar un elemento metálico a modo de biombo entre esta y nosotros.

¿Qué elementos metálicos funcionarían?
Hay algunos elementos que se consiguen fácilmente en ferreterías o comercios similares, que se pueden usar a modo de pantalla para bloquear el paso a la radiación. En el vídeo que he subido a youtube os enseño algunos de estos, como mallas metálicas, láminas de aluminio o hasta el acolchado de aluminio que venden como aislante térmico y acústico.

No obstante, habrá que tener en cuenta que al ser metálicos pueden ser conductores de electricidad y también cargarse de electricidad estática, así que, ante la duda, consultad siempre con un experto.

Ojalá fuera tan fácil.
Podríamos pensar que es tan sencillo como poner un elemento apantallante entre la radiación y nosotros, y se acabó el problema. Esto puede ser así en algunos casos donde sólo haya un foco de radiación, por ejemplo, una antena frente a tu casa.
Sin embargo, actualmente es complicado encontrar un sólo foco de radiación, ya que además de que podemos encontrar una o varias antenas alrededor de nuestro domicilio, que no sabemos exactamente en qué dirección emiten, también nos encontramos con los wi-fis que nos rodean que suelen tener cientos de metros de alcance, entre otras fuentes de radiación.

Colocar la pantalla estratégicamente, básico para que funcione
Las pantallas protectoras de metal funcionan a modo de espejo donde rebota la radiación por ambas caras. Por lo tanto, la radiación a evitar debe incidir sólo en la cara externa de la pantalla, donde rebotará hacia afuera. Si hubiese algún foco de radiación incidiendo en la cara interior de la pantalla metálica, por ejemplo, desde el wi-fi de un vecino, no sería útil ya que la radiación del wi-fi en lugar de fluir hacia afuera por la pared, quedaría atrapada rebotando dentro de nuestro domicilio, empeorando la situación.
Para que el blindaje funcionara tendríamos que poner también otra pantalla que bloqueara el foco de entrada de radiación de ese wi-fi.

Lo importante aquí es ser capaces de colocar las pantallas estratégicamente, para bloquear los focos de entrada de radiación, ya que si queda uno sin tapar, en muchos casos será como si no hubiésemos hecho nada.

Al menos apantallar la zona de descanso
Si nuestro caso es complicado de solucionar, una opción básica puede ser por lo menos apantallar la zona de descanso, donde dormimos, ya que es importantísimo para la salud tener garantías de un sueño reparador libre de niveles nocivos de radiación electromagnética. Una solución rápida son las mallas que venden para alrededor de la cama, y alfombras para debajo de la misma, o fabricarla nosotros con las telas que venden para tal fin, pero su precio suele ser elevado y requieren de una buena toma de tierra profesional.

Por lo tanto, como vemos, no es tarea fácil buscar soluciones a este problema por nuestra cuenta. Aunque no es imposible, sobre todo si nos hacemos con un utensilio que nos puede facilitar las cosas: un medidor.

PARA OBTENER MEJORES RESULTADOS: UN MEDIDOR
Para tener mejores garantías de que lo que estamos apantallando por nuestra cuenta funciona, sería muy recomendable hacerse con un medidor de alta frecuencia. Con el medidor podremos comprobar los niveles de radiación de nuestro domicilio y compararlos con algunas tablas de referencia (ver enlaces al final). También resulta muy útil para aseguraremos de que las pantallas puestas realmente funcionan.

Son aparatos no demasiado complejos de usar, y que actualmente podemos alquilar por unas horas o días en tiendas especializadas. 
También podemos comprar uno de los aparatos más sencillos, pero los que nos sirven para obtener unos resultados medianamente adecuados están entre 180 y 200 euros. Deben ser medidores de alta frecuencia, los modelos con antena triaxial (bola), y antena logarítmica periódica suelen  ser los más habituales. Los encontraremos en empresas que se dedican a hacer mediciones y medidas de protección contra radiaciones de alta y baja frecuencia, muchas disponen de tienda online.

De todos modos, tengamos en cuenta que estas mediciones con medidor de baja gama y pocos conocimientos no son profesionales, sólo nos sirven a modo de orientación, ya que hay muchos factores que vamos a desconocer. Pero sí pueden ser útiles, por lo menos, para comprobar que reducimos la exposición en casa y detectar si quedan focos de entrada. 

Importante tener en cuenta:
  • Una vez "protegidos", cualquier radiación inalámbrica que utilizáramos dentro del hogar se intensificaría ya que rebotaría en la protección metálica. Por lo tanto, si en algún momento puntual hay que usar un aparato emisor de alta frecuencia será mejor buscar una parte de la casa abierta donde la radiación pueda fluir hacia afuera. 
  • Si queremos poner la protección en una pared que dé con la casa de un vecino, le vamos a mandar de vuelta la radiación, intensificando el efecto en su domicilio. Por lo tanto, sería ético negociar una solución, aún más si hay niños en esa casa, ya que mucha gente no es consciente de los posibles daños de estas radiaciones.

EL VERDADERO CULPABLE: LA EXPOSICIÓN A MICROONDAS
Cada vez son más las denuncias a antenas y movimientos asociativos que están combatiendo esta lacra. Sin embargo, a la hora de denunciar, limitarse a la antena que queda cerca de casa o del colegio no va a la raíz del problema, es un simple y mero parche. Y encima, por ejemplo, ocurre a menudo que después de años de lucha para quitar la antena cercana a un colegio, la quitan, pero la recolocan inmediatamente unos metros más allá, a veces incluso más cerca. 

Es por eso que os dejo con la sabia recomendación que nos dió el Profesor Johansson, "no os preocupéis por las antenas, luchad contra la exposición a las microondas, ese es el verdadero culpable".


Fátima Solé
Naturópata
Resúmenes en inglés de la investigación del grupo de científicos del Bioinitiative Report, que han recogido los hallazgos de miles de estudios independientes de todo el mundo sobre los daños a la salud de estas radiaciones. Son de los años 2012 y 2014 solamente, y como bien nos dijo el Profesor Johansson, esto es sólo una muestra recogida por científicos voluntarios en su ratos libres, pero cada día salen nuevas evidencias.

Resumen Informe Bioiniciativa 2012: Resumen en español del Informe Bioiniciativa del año 2012 que recoge las conclusiones sobre los daños a la salud de miles de estudios científicos independientes consultados.

Conclusiones del informe Bioiniciativa 2012 en inglés.

Mapa localizador de antenas (España).

Tabla Bioinitiative Report 2012 (inglés) Efectos de la exposición a los distintos niveles de radiación en la salud.

Tabla Gigahertz.es del Instituto Alemán de la Bioconstrucción

Canal de youtube de Juan Carlos López Sancho. En él encontraréis bastante información práctica sobre el tema.




Imagen "Mobile Phone Stock Photo" de fantasista, por cortesía de freedigitalphotos.net