domingo, 23 de febrero de 2014

HAZ TUS PROPIOS POLVOS TRANSLÚCIDOS, SUELTOS, BRONCEADORES Y COLORETE 100% Naturales

No siempre es fácil preparar nuestro maquillaje en casa con resultados óptimos, y aún menos si somos de las que queremos seguir esa máxima de la cosmética natural casera de "no pongas en tu piel nada que no pondrías en tu plato", por lo que elementos de nombre impronunciable desconocidos en nuestras despensas como *dióxidos de titanio (ver nota abajo), óxidos de... y similares, tan de moda actualmente en algunas corrientes de "cosmética natural", no son una opción.

Un buen ejemplo lo tenemos en los polvos faciales, pues la naturaleza nos los ofrece prácticamente hechos, y el resultado es un producto que cumple su cometido, fijando nuestra base de maquillaje, eliminando brillos, dando un ligero tono de color, a la vez que cuida nuestra piel, es biodegradable, y además económico.

Vamos a ver algunas propuestas para preparar diferentes tipos de polvo facial. Todos deben ser aplicados una vez absorbida la crema hidratante, preferentemente con la base de maquillaje puesta.

INGREDIENTES QUE NECESITAREMOS

1- Para aportar consistencia al producto
Uno o ambos ingredientes: 
  • Arrurruz: es el almidón extraído de los rizomas de la planta maranta arundinacea, aunque también puede proceder de otras. Lo encontramos en muchas tiendas de alimentación natural, herbolarios, tiendas de cosmética natural, etc. De forma tópica es antiinflamatorio y calmante y se ha utilizado tradicionalmente contra picaduras y quemaduras, o usado a modo de polvo de talco para bebés, también tiene una larga tradición como materia prima en la industria del maquillaje, aparte de su uso alimentario. Consejo a la hora de comprarlo: las diferencias de precio pueden ser sustanciales, dependiendo de si lo adquirimos en una tienda de alimentación natural, o en una de cosmética natural, suele salir mucho más económico en la primera.
  • Arcilla blanca: debe ser arcilla muy fina, ideal la que venden como apta para uso interno, por
    ejemplo del tipo caolín. La arcilla posee propiedades antiinflamatorias y calmantes, además de ser bactericida y muy rica en minerales, también se ha utilizado tradicionalmente contra todo tipo de problemas de piel y como protección solar.
2- Para aportar color
Estas son algunas ideas de ingredientes con los que podemos "jugar" para dar color:
  • Arcilla roja: aporta consistencia al polvo y profundidad al tono, debe ser arcilla muy fina. También ayuda a controlar bacterias, a la vez que es rica en minerales, calmante y antiinflamatoria, y ayuda como protector solar.
  • Canela: le da un efecto muy natural y luminoso, con un delicioso aroma, además de que es un poderoso antioxidante, ayuda a mantener a raya bacterias y hongos, y contiene una buena variedad de minerales y vitaminas.
  • Otros: si no nos importa el intenso aroma, ingredientes como cacao en polvo puro, o harina de algarroba le darán profundidad al tono a la vez que aportarán propiedades a nuestra piel. La remolacha deshidratada y pulverizada puede ser otro tinte natural para crear nuestro colorete. Un ligero toque de nuez moscada dará un tono suavemente bronceado.
3- Para asentar el producto (opcional)
  • Aceites esenciales: son un elemento opcional, pero ayudan a que el producto final quede más "asentado" tanto a la hora de aplicarlo como al mantenerse en la piel. Se puede echar una media de entre 2 y 5 gotas por cada cucharada sopera de polvos faciales. Hay que trabajarlos bien para que quede todo perfectamente amalgamado y dejar secar. Se añaden al final. Es importante utilizar aceites esenciales suaves con la piel como el de lavanda o manzanilla. Si va a dar el sol en la piel, es mejor no echar aceites esenciales de cáscaras de cítricos que pueden causar manchas (mandarina, bergamota, limón...). Hay que tener especial cuidado al añadir los aceites esenciales al arrurruz pues si echamos demasiada cantidad podría acabar apelmazándose, dificultando su aplicación. 

CÓMO HACER LOS POLVOS TRANSLÚCIDOS 

ARRURRUZ + COLORANTE (opcional) + ACEITE ESENCIAL (opcional)
  • Sólo necesitamos arrurruz, usándolo como lo haríamos con cualquier polvo translúcido comercial. Su finísima textura y tono lo hacen ideal para ser aplicado directamente con la brocha sin necesidad de más manipulación. El arrurruz cumple perfectamente la función de fijar el maquillaje que esperamos de un polvo translúcido.
  • Podemos añadirle un toque de color con algo de canela, arcilla roja... etc.


CÓMO HACER LOS POLVOS SUELTOS, POLVOS BRONCEADORES Y COLORETE

ARCILLA BLANCA (mezclada con arrurruz, opcional) + COLORANTE + ACEITES ESENCIALES (opcional)
  • La base debe hacerse con arcilla blanca, o una mezcla de arcilla blanca y arrurruz, pues ambos elementos se complementan muy bien y combinados dan un estupendo resultado, por ejemplo una parte de arcilla blanca y otra de arrurruz. Cuanta más arcilla echemos más intenso será el color. También podemos utilizar el arrurruz solo como base, pero el tono será más sutil.
  • Para darle tono aunque no es imprescindible, sí que es recomendable la arcilla roja, pues aporta el tono bronceado que cada una puede adaptar a su color de piel. Si no tenemos arcilla roja y buscamos un tono intenso, podemos usar cacao que tiene una función parecida, la canela nos dará tonos más suaves. Una vez creado el tono básico, se puede retocar el color con los diferentes colorantes propuestos como nuez moscada... hasta obtener el matiz deseado. Para el colorete podemos elegir, según lo intenso que lo queramos, la remolacha en polvo, o darle un tono bronceado con arcilla, cacao, canela, etc.

PREPARACIÓN
Mezclar bien los ingredientes e ir rectificando el tono hasta obtener el matiz deseado. Después, si procede, añadir los aceites esenciales, remover muy bien para que quede todo perfectamente amalgamado y dejar reposar hasta que seque. Guardar en envase cerrado.
Su duración es muy larga, desde varios meses hasta varios años, dependiendo de la materia prima usada.
Aplicar como habitualmente haríamos con cualquier polvo de maquillaje.

Algunos Consejos:
- Es importante tener en cuenta que son productos 100% naturales, por lo que puede que necesitemos retocarnos más a menudo que con los productos comerciales.
- El arrurruz si lo asentamos con aceites esenciales será ideal para aplicarlo con brocha de maquillaje, pues otras herramientas como esponjas etc. pueden no funcionar igual, en ese caso podríamos dejarlo sin el aceite esencial.
- Cada piel es un mundo, es mejor que cada una compruebe qué tal le sienta el producto haciendo poca cantidad en un principio, hasta estar segura de que le gusta y su piel responde bien, sobre todo ante determinadas sustancias como canela, nuez moscada, etc., que para algunas pieles más sensibles pueden resultar algo irritantes. En todo caso, las especias como estas deben echarse con moderación, sólo para dar un toque de color.
- Si sois muy perfeccionistas con los tonos, os recomiendo que anotéis las medidas con las que habéis obtenido el color deseado, para que cuando tengáis que renovarlo os resulte más rápido y práctico.
- Estos polvos faciales naturales cunden mucho, por lo que hay que tomar poca cantidad y eliminar excesos de la brocha antes de su aplicación.

Estas son sólo algunas propuestas de las muchas opciones que hay. Os animo a "jugar" con el arrurruz, la arcilla y resto de ingredientes, hasta que obtengáis vuestro tono ideal, resulta divertido y una vez vemos el resultado, es muy gratificante. Y no hay nada como regalarle a nuestra piel ingredientes 100% naturales respetuosos con la salud, el Planeta y los animales.


*NOTA: Al respecto del dióxido de titanio que parece estar en muchas fórmulas de polvos faciales "naturales" o cremas, tanto comerciales como en recetas de blogs y diferentes webs, parece una opción como mínimo preocupante, si tenemos en cuenta que se considera un posible cancerígeno para humanos (Grupo 2B) por parte de organismos como la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). 
La inhalación de este producto podría estar asociada con cánceres como el de pulmón, así que usarlo en nuestro maquillaje no parece una idea muy saludable.  
Algunos piensan que por el hecho de venderse algo como "cosmética natural" ya está libre de tóxicos. No hay que olvidar que, lamentablemente, a la industria se le permiten sustancias "dudosas" o "menos malas", porque si no pocas empresas podrían poner sus productos en el mercado, pero otra cosa es que en casa acabemos utilizando lo mismo "menos malo" que usa la industria, cuando podemos elegir opciones totalmente inocuas y 100% naturales. 
Si no olvidamos la máxima de "no pongas en tu piel lo que no pondrías en tu plato", será difícil equivocarse.

Fátima Solé
Naturópata


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
El Milagro de las Plantas, Aplicaciones Medicinales y Orofaríngeas. Varios autores, Editorial San Pablo, Fundación Hogares Juveniles Campesinos, 2005.

ENLACES DE REFERENCIA

viernes, 14 de febrero de 2014

LA CREMA HIDRATANTE "PERFECTA". Hazla tú misma.

Es increíble que con sólo 3 ingredientes: agua, aceites y cera de abejas consigamos una crema hidratante de excepcional calidad difícil de igualar por la mayoría de cremas comerciales carísimas. Esta receta es un básico de la cosmética natural casera por las infinitas posibilidades que presenta, lo bien que le sienta a la piel, y lo fácil que es de hacer. Una crema hidratante, 50% agua, por lo que penetra en las capas profundas de la epidermis ayudando a recuperar el agua perdida. Sirve tanto para rostro, contorno de ojos, como para todo el cuerpo y las manos, y al ser totalmente natural la piel responde muy bien a ella, además de que no deja película grasa ya que se absorbe en poco tiempo. Otra ventaja es que se puede personalizar según las necesidades de cada piel o de lo que tengamos en casa en ese momento.

Esta es mi versión de la receta que aprendí de Rosemary Gladstar, sabia de las plantas medicinales. Os dejo el enlace al vídeo de ella explicando este método de preparación (en inglés):
 http://vimeo.com/78193933

INGREDIENTES
1. Ingredientes líquidos tipo "agua".
La medida será una taza (aprox. 250 ml.), puede ser de agua (debe ser filtrada, de manantial o mineral, no del grifo), hidrolato o agua de rosas, azahar, lavanda, etc., o similares.También podemos mezclar varios líquidos, por ejemplo, agua pura con agua de rosas. 

2. Ingredientes del tipo "aceite".
La medida será una taza (aprox. 250 ml). Una tercera parte de la taza la compondrán aceites "sólidos" como aceite de coco, manteca de karité o manteca de cacao. Si usamos manteca de cacao deberá ser sólo una  pequeña proporción de esta tercera parte, para evitar grumos en la crema.

Las otras dos terceras partes serán de aceites "líquidos", La gama para escoger es amplísima: argán, sésamo, rosa mosqueta, oliva, germen de trigo, almendras, avellanas, nuez de albaricoque, jojoba, macadamia, aguacate, semilla de uva, onagra, borraja...

Importante: Los aceites, tanto sólidos como líquidos, deben estar lo menos procesados posible y ser de
máxima calidad, extraídos a bajas temperaturas o de primera presión en frío, preferentemente ecológicos. De esta forma conservan todas sus propiedades y reducimos las posibilidades de que nos puedan causar reacción en la piel.

3. Cera de abejas.
28-30 gramos. Que sea lo más natural y menos procesada posible, de lo contrario nos perderemos las cualidades de la cera para la piel y habrá más riesgo de padecer reacción cutánea. 

4. Aceites Esenciales (opcional).
No es imprescindible, pero los aceites esenciales bien escogidos además de aportarle un delicioso  
aroma a la crema, nos ofrecen sus magníficas propiedades para la piel, ya que muchos de ellos son reafirmantes, calmantes, previenen arrugas, ayudan a eliminar manchas, a iluminar y a regenerar el cutis, a regular la grasa... 
Estos son algunos de entre los muchos que tenemos para escoger: cedro, lavanda, geranio, jara, ylang ylang, manzanilla, mirto, naranjo amargo, incienso, pachuli, palmarosa, siempreviva amarilla, picea negra, romero, rosa, salvia romana, árbol del té, niaulí, verbena... Sin embargo, hay que tener precaución con aceites esenciales como el de canela u orégano, entre otros, que son extremadamente fuertes para la piel.
 
La medida de aceites esenciales, a modo de orientación, puede oscilar entre 20 y 40 gotas por cada 100 ml. de crema (gotas en total de todos los aceites  esenciales escogidos, no de cada aceite esencial). Podemos hacer la mezcla en un vasito hasta obtener el aroma deseado, aunque el aroma final sólo lo sabremos pasados 2-3 días después de hacer la crema, cuando haya asentado.    
                     

UTENSILIOS NECESARIOS
El único utensilio "fuera de lo común" será una batidora de vaso. Pero si no la tenéis podéis utilizar cualquier otro método con el que hagáis mahonesa en casa. La batidora de vaso, no obstante, facilita mucho la labor, sobre todo para manos menos expertas.


PREPARACIÓN
  1. Ponemos al baño María muy suave la taza de ingredientes tipo "aceite" junto con la cera de abejas. Vamos removiendo despacio hasta que todo esté completamente disuelto. Apartamos del fuego y dejamos enfriar totalmente. (Este macerado de por sí ya es una buenísima crema para masaje que se absorbe muy bien por la piel.)
  2. Echamos en la batidora la taza de líquidos tipo "agua" a la que habremos añadido los aceites esenciales y lo batimos todo unos segundos.
  3. Ponemos la batidora en marcha de nuevo a la máxima potencia y vamos añadiendo lentamente en forma de hilo continuo la taza de aceites con la cera (debemos esperar hasta que se enfríe después del baño María). Llega un momento en el que las cuchillas de la batidora comienzan a girar con dificultad a causa del espesor de la crema, es el momento de parar la máquina. Podemos remover un poco con una cuchara y batirlo de nuevo unos segundos, aprovechando para echar el resto en el caso de que aún nos quede mezcla de aceites en la taza. ¡Nuestra magnífica crema ya está hecha!

CONSERVACIÓN Y USO
Cuando vayamos a utilizarla bastará muy poca cantidad de crema, que habrá que masajear suavemente hasta que se absorba.
Si no le hemos echado ingredientes frescos (como gel de aloe vera de la planta, aguacate natural etc), esta crema se conservará en perfecto estado varios meses a temperatura ambiente. En el caso de echar ingredientes frescos, habrá que mantenerla en la nevera.
Es importante que los envases donde la vayamos a guardar estén bien limpios, y es mucho mejor dejarla en un lugar alejado de la luz para que sus propiedades no se deterioren.

UN TRUCO POR SI SALIERA MAL
No es probable, pero igual que pasa a veces al intentar hacer mahonesa, alguien puede tener la mala suerte de que la crema no se le amalgame bien. Sería una lástima echar a perder ingredientes tan valiosos y toda la ilusión puesta. En el caso de que ocurra esto, se puede probar a guardar en la nevera unas horas la mezcla, de forma que la grasa y el agua queden bien separadas al solidificarse los aceites por el frío, para luego pasar a filtrarlo y volver a intentar hacerla de nuevo sin desperdiciar nada.

ALGUNAS IDEAS
Las posibilidades de mezclas de aceites que nos ofrece esta crema son infinitas, no hay que tener miedo a probar. Los aceites de calidad se adaptan prácticamente a todo tipo de piel, aunque cada persona debe buscar los le sienten mejor.
Aún así, a modo de orientación básica para quien no sepa con qué mezcla empezar, dejo algunas ideas para diferentes tipos de piel. Pero no hay que olvidar que una simple mezcla de agua, aceite de oliva y aceite de coco ya nos puede ofrecer una maravillosa crema.
Pieles sensibles:
Aceite de almendras, aceite de argán, aceite de macadamia, manteca de karité, aceite de coco, manteca de cacao.
Pieles grasas:
Aceite de jojoba, aceite de semillas de uva, aceite de coco.
Pieles secas:
Aceite de aguacate, aceite de germen de trigo, aceite de almendras, aceite de coco, manteca de karité, manteca de cacao.
Pieles maduras:
Aceite de nuez de albaricoque, aceite de rosa mosqueta, aceite de argán, manteca de karité, manteca de cacao, aceite de coco.
Pieles normales o mixtas:
Aceite de sésamo, aceite de avellanas, aceite de jojoba, manteca de cacao, manteca de karité, aceite de coco.


ACTUALIZADO agosto 2016 CONSERVACIÓN DE LA CREMA
Son muchas las preguntas que recibo por privado al respecto de la conservación de la crema e ingredientes adicionales para su mejor conservación. Dado que yo no utilizo ningún conservante aparte de los ingredientes de la receta, os dejo algunas pautas que pueden ayudar a que la crema se mantenga más tiempo en buen estado:
  • Esterilizar muy bien la tapa y el envase, así como tener cuidado al manipular la crema para no contaminarla.
  • Asegurarnos de que la fase acuosa ha quedado bien amalgamada. Si quedase algo de agua sin amalgamar una vez terminada la crema, hay que eliminarla antes de envasar el producto.
  • Guardarla en la nevera en un envase bien cerrado y poner entre la tapa y la crema algo que sirva para absorber humedad si se creara, como una gasa esterilizada o similar que iremos cambiando de vez en cuando.
  • Si en la fase acuosa utilizamos agua hervida o hidrolato también reducimos el riesgo de que se estropee.
  • Dejar en la nevera la crema que no vayamos a utilizar en breve, y tener a mano un envase a temperatura ambiente con la cantidad de crema para dos o tres semanas.
  • No tocar la crema del envase con los dedos, mejor tomar la cantidad que necesitemos con algún utensilio bien limpio como una cuchara pequeña.

Es maravilloso poder cuidar de la salud y de la belleza de nuestra piel a la vez que cuidamos la salud y la belleza del medio ambiente, sin olvidarnos nunca de esa máxima de la verdadera cosmética natural que a menudo se olvida: no pongas en tu piel nada que no puedas pronunciar o que no te puedas comer. Os animo a probar haciendo vuestra gama de cremas casera y personalizada ¿puede haber un regalo mejor en estos tiempos de cremas carísimas cargadas de tóxicos?



Fátima Solé
Naturópata



REFERENCIAS
- Vídeo de Rosemary Gladstar en el que nos explica este método para hacer cremas: http://vimeo.com/78193933

- Este libro ofrece una lista de algunos aceites vegetales y sus usos, así como una buena orientación detallada sobre muchos aceites esenciales adecuados para el uso cosmético, además de algunas recetas: Por Una Cosmética Inteligente, Dominique Baudoux, Amyris ediciones. 


domingo, 9 de febrero de 2014

INFUSIÓN DE CAYENA, LIMÓN Y MIEL

Con tres alimentos medicinales que muchos tenemos en la despensa, podemos hacer una infusión que es una magnífica aliada para ayudarnos a combatir gripes, resfriados, irritaciones de garganta, tos, congestiones... También es una opción a tener en cuenta cuando comenzamos a notar los primeros síntomas de un resfriado o de una gripe, o sencillamente, la podemos disfrutar por su valor depurativo, nutricional y medicinal.





INGREDIENTES
  • Cayena en polvo, desde una pizca hasta un cuarto de cucharadita
  • Un limón, *preferentemente ecológico
  • Miel al gusto. (Que sea miel verdadera, mejor si es cruda, no ese sucedáneo artificial que nada tiene que ver con la miel que venden en muchos supermercados. Los veganos pueden optar por un endulzante natural de su preferencia.)
Como vemos son alimentos bien conocidos por su alto valor medicinal contrastado, ricos en nutrientes importantes, además de su excelente acción antivírica, depurativa, antiséptica y fortalecedora del sistema inmune, entre otras.
Mención especial merece la injustamente olvidada cayena, uno de los mejores  antibióticos naturales que tenemos en nuestra cocina, y que junto con otras especias como el jengibre, la cúrcuma, el clavo, la canela etc., constituyen una verdadera farmacia natural, y se han utilizado desde hace siglos para combatir un innumerable abanico de problemas de salud.


PREPARACIÓN
  • 1- Lavamos bien el *limón, pelamos su cáscara y la ponemos al fuego con medio vaso de agua. Una vez hierva, lo mantenemos tapado a fuego muy suave durante un minuto. Apagamos el fuego y lo dejamos en infusión durante 10 minutos. 
(*A quienes no puedan conseguir limones ecológicos, les recomendaría que simplemente calienten sin que llegue a hervir medio vaso de agua, o hagan una infusión de alguna planta como el tomillo, y continúen con el paso siguiente. Los limones de cultivo convencional suelen llevar en su cáscara restos de un cóctel de ceras, plaguicidas, colorantes, químicos antifúngicos etc., que podrían añadir sustancias poco deseables a nuestra infusión).
  • 2- Exprimimos el zumo del limón que hemos pelado, y lo mezclamos con la miel y la cayena
    al gusto.
  • 3- Le añadimos la infusión de cáscara de limón, removemos y ¡a disfrutar!

Para proteger los dientes de la acidez del limón podemos beber la infusión con una pajita.

El sabor peculiar de este preparado no es apto para todos los paladares, generalmente o gusta mucho o no gusta nada, todo depende de lo acostumbrado que tengamos el paladar a sabores totalmente naturales. De todos modos, esta es una infusión básica que cada uno puede adaptar a sus preferencias personales cambiando algún ingrediente o añadiendo otros, es cuestión de ser creativos y de ir educando el paladar a reconocer los sabores valiosos para nuestra salud.

IMPORTANTE: ESTA INFORMACIÓN NO ES NI SUSTITUYE, LA CONSULTA, DIAGNÓSTICO O TRATAMIENTO DEL PROFESIONAL DE LA SALUD COMPETENTE.

Fátima Solé
Naturópata